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Hoy me desperté en este hostal de Porto Alegre, la sensación de ser perseguido apenas me deja disfrutar del paisaje. No me he bañado desde que el avión salió de México.
Hoy, la música me mantiene vivo. La música es todo, todo es música. Me encanta como sabe la música, como se siente. Como agua helada callendome en la cara, diciendome que me entiende, que no estoy solo. Es por eso que si no he muerto de odio y desesperanza, es por la música. Hace que todo a mi alrededor tenga sentido. Apesar de tanta mugre, puedo ver la luz.
Doc.
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